martes, 20 de diciembre de 2011

Sandra Arteaga 2011

viernes, octubre 14, 2011

Rápido, rápido, ya me voy, peroooo


Llevo mucho tiempo con el cartel de “Completo” en todas y cada una de las funciones de las horas, trabajando a lomos de siete ballenas cargadas de universos de cosas por hacer, no me quejo en absoluto (aunque a decir verdad, un poco me quejo…así que dejo el abso pero quito el luto, si, mejor así ) el asunto es que necesitaba urgentemente saltarme una función, o al menos la segunda parte, de lo contrario me jugaba el abandono inminente de mis manos (eso me hizo sospechar el misterioso encontronazo con una nota arrugada escrita por ellas mismas, que no por mí, aunque para mas desconcierto, era mi letra!)

Un poco así con el indicador de agotamiento al rojo muerto y un sombrero verde fosforito de añadido al medidor… Pero hoy ha sido el momento, he desempolvado el mecanismo sagrado del gustico gratis: bajar las persianas, coger mi manta roja con pelotas viejunas, el vaso de capacidad infinita y diámetro imposible rebosante de té hirviendo, de esta guisa he acudido a mi cita con L´illusionniste.

He vuelto de la cita, y bueno, no sé si lo que siento es sonriseria o pucherismo, pero si fuese un bocata, el regustillo sería como a Nocilla gris y dorada, pan polvoriento y borracho con pepitas en forma de OOOH punzantes en todo lo rojo, horneado en un fuego de luciérnagas recién nacidas y quemado por la oscuridad del entierro de todas ellas, algo así o nada que ver, lo único que digo es, quien quiera que lo pruebe!

lunes, 14 de noviembre de 2011

El asco


El asco

Hablar con alquiler


Admitamos que la primera vez se ofende por ignorancia;
pero creamos que la segunda
suele ser por villanía.
José Ingenieros



Alguien famoso dijo: “Me dan asco”. No llega a insulto directo, pero es una agresión. Si tan sólo fuera un punto de vista, dicho esto, en un ámbito íntimo, entre amigos, charla de bar, de cosa privada, vaya y pase. En cambio, dicho en público, de forma que el pulpo mediático se encargue de reproducir lo dicho hasta el hartazgo, incluso, corregido y aumentado, claro, es otra cosa y grave.
Si a esto le sumamos que quien dice es figura pública, famosa y consagrada del medio artístico, músico y compositor, de cierto nivel intelectual, el mismo que ha dedicado décadas a mejorar y posicionar su nombre y carrera, logrando éxito considerable y mérito indiscutible, con nombre y apellido, de imagen reconocida, entonces, la palabra dicha cobra otra dimensión.
Me dan asco. Como esto es apenas un borrador de ideas y preguntas requiere aclarar algunas tachaduras. ¿Qué es esto de hablar con alquiler? Se ha dicho aquello de hablar con propiedad, cuestión que hoy en día es un desmedido lujo. No se requiere semejante ilustración (ni cerca del antiguo Trivium (1)). Imagino que, así como podemos alquilar un traje o smoking, también podemos alquilar la palabra, para un momento especial. Y se me ocurre que expresarse en público es más que una ocasión ordinaria, porque allí se pone en juego la reputación y respeto del que lleva la voz cantante. La palabra dicha en público, entonces, es un compendio de lo que pensamos, la resignificación resumida en lo que se conoce como opinión.

viernes, 7 de octubre de 2011

De la cosa a la angustia - Ernesto Sábato


De la cosa a la angustia

Lanzado ciegamente a la conquista del mundo externo, preocupado por el solo manejo de las cosas, el hombre terminó por cosificarse él mismo, cayendo al mundo bruto en que rige el ciego determinismo. Empujado por los objetos, títere de la misma circunstancia que había contribuido a crear, el hombre dejó de ser libre, y se volvió tan anónimo e impersonal como sus instrumentos. Ya no vive en el tiempo originario del ser sino en el tiempo de sus propios relojes. Es la caída del ser en el mundo, es la exteriorización y la banalización de su existencia. Ha ganado el mundo pero se ha perdido así mismo.
Hasta que la angustia lo despierta, aunque lo despierte a un universo de pesadilla. Tambaleante y ansioso busca nuevamente el camino de sí mismo, en medio de las tinieblas. Algo le susurra que a pesar de todo es libre o puede serlo, que de cualquier modo él no es equiparable a un engranaje. Y hasta el hecho de descubrirse mortal, la angustiosa convicción de comprender su finitud también de algún modo es reconfortante, porque al fin de cuentas le prueba que es algo distinto a aquel engranaje indiferente y neutro: le demuestra que es un ser humano. Nada más pero nada menos que un hombre.

Ernesto Sábato, escritor argentino

El escritor y sus fantasmas, Bs. As. Ed. Seix Barral, 2006. Pág. 89.

domingo, 17 de julio de 2011

El Asco - por Marcelo Meza


El asco

Hablar con alquiler



Admitamos que la primera vez se ofende por ignorancia;
pero creamos que la segunda
suele ser por villanía.
José Ingenieros



Alguien famoso dijo: “Me dan asco”. No llega a insulto directo, pero es una agresión. Si tan sólo fuera un punto de vista, dicho esto, en un ámbito íntimo, entre amigos, charla de bar, de cosa privada, vaya y pase. En cambio, dicho en público, de forma que el pulpo mediático se encargue de reproducir lo dicho hasta el hartazgo, incluso, corregido y aumentado, claro, es otra cosa y grave.

Si a esto le sumamos que quien dice es figura pública, famosa y consagrada del medio artístico, músico y compositor, de cierto nivel intelectual, el mismo que ha dedicado décadas a mejorar y posicionar su nombre y carrera, logrando éxito considerable y mérito indiscutible, con nombre y apellido, de imagen reconocida, entonces, la palabra dicha cobra otra dimensión.
Me dan asco. Como esto es apenas un borrador de ideas y preguntas requiere aclarar algunas tachaduras. ¿Qué es esto de hablar con alquiler? Se ha dicho aquello de hablar con propiedad, cuestión que hoy en día es un desmedido lujo. No se requiere semejante ilustración (ni cerca del antiguo Trivium (1)). Imagino que, así como podemos alquilar un traje o smoking, también podemos alquilar la palabra, para un momento especial. Y se me ocurre que expresarse en público es más que una ocasión ordinaria, porque allí se pone en juego la reputación y respeto del que lleva la voz cantante. La palabra dicha en público, entonces, es un compendio de lo que pensamos, la resignificación resumida en lo que se conoce como opinión.
En este boceto no analizaremos con juicio de valor ni calificaremos con ningún adjetivo los decires ni la conducta de nadie. O sea que no entraremos en el terreno del juzgar. Validar y no valorar. Solamente pensaremos en voz alta las actitudes, re pensando nuestras actitudes argentas. Ya no destacaremos el contenido del mensaje, si es correcto o exagerado, sino, hablaremos sí, del continente de esos contenidos. La política es el arte de endiosar al cómo, del qué estamos más o menos todos de acuerdo. El asunto es que se ha exacerbado tanto la sensualidad del cómo, que nos olvidamos del qué. Es decir, es hacer una fiesta de cumpleaños y olvidarnos por completo del cumpleañero.
La filosofía es una disciplina que piensa todas las demás y se piensa a sí misma. Por lo tanto pensar sobre el pensamiento de otro es filosofar. Y como me han enseñado mis profesores (de filosofía, antropología y sociología), esto, pues, no puede ser un acto aislado, en una lúgubre habitación al lado de una estufa, si no es con otros, hacia afuera, como un Dasein (2). La palabra pública puede ser pensada, como también podemos pensarnos los argentinos (ya entramos en la antesala de la ética) al menos, después de abrir la generosa boca que supimos conseguir y que bien vendría poder pensarla antes de que se desenfrene el maxilar inferior hacia abajo. Claro, muchos dirán (con el mismo fervor que caracteriza estos tiempos de explosiones verbales, que en verdad es un tiempo desprovisto de revoluciones y rebeldías, con ese tono antiguo y maniqueo, casi dogmático de exaltación, como empuñando la “única” verdad), que ya nos han silenciado demasiado las voces, que ha llegado la hora de hablar. Estoy de acuerdo. Pero pensar es un ejercicio conveniente a la hora de expresar ideas subjetivas, ya que se puede herir y mucho, dichas éstas para todos y para nadie. Por supuesto si es que uno pretende ser escuchado y con cierto respeto. Quizás ya nadie pretenda semejante cosa y lo único que importe sea el deliro sagrado ¡gritar, gritar, gritar! O quizás se ha pensado demasiado “la palabra” para causar determinado efecto en la opinión pública (si es que tal cosa existe.)
Me dan asco. Tres cosas me enseñaron mis padres que han funcionado como base vital:
Respeto, dignidad y valor (3). “Con respeto se te abrirán las puertas de la gente”—decía mi vieja. Con la dignidad florece la humanidad misma como condición sine qua non. Y valor, para sostener una idea, un ideal, un pensamiento que nos atraviese el carácter, nuestra bandera, lo que queremos ser y que fortalece los dos principios humanos anteriores. Pienso que sin respeto no sucede la comunicación, es decir, se mata el diálogo por el monólogo. Pero no se trata de hablar solo, cuestión que se ha convenido por locura. Elucubrar es correcto, pero hablar solo parece que no. Quiero pensar que el respeto todavía tiene vigencia entre mis compatriotas. No tiene por qué afectarme de igual manera una que otra “forma” de expresar las cosas, pero no ha sido solo quien dijo lo del asco sino que luego un aluvión de voces se alzaron con más violencia que esas tres palabras originarias, que en realidad son ocho. “Los que votaron a M… me dan asco”.
Veamos lo que dice el diccionario de la Real Academia:
asco.
(De asqueroso).
1. m. Alteración del estómago causada por la repugnancia que se tiene a algo que incita a vómito.
2. m. Impresión desagradable causada por algo que repugna.
3. m. Esta misma cosa.
4. m. coloq. miedo.
estar hecho un ~.
1. loc. verb. coloq. Estar muy sucio.
hacer ~s.
1. loc. verb. coloq. Hacer afectadamente desprecio poco justificado de algo.
no hacer ~s a algo.
1. loc. verb. irón. coloq. Aceptarlo de buena gana.
ser un ~ algo.
1. loc. verb. coloq. Ser muy indecoroso y despreciable.
2. loc. verb. coloq. Ser muy malo o imperfecto, no valer nada.
sin ~.
1. loc. adv. coloq. Am. Con decisión, sin escrúpulos.
Respeto, también, como la demarcación del límite de dónde termino yo y dónde empieza el otro. Obligaciones y derechos tenemos como ciudadanos. Una delgada línea separa el mundo privado del público. Todos lidiamos con esto cuando decidimos que íbamos a ser civilizados y vivir en comunidad aceptando las condiciones a tal efecto. El desequilibrio entre estos mundos: yo-los otros, privado-público, obligaciones-derechos —es decir, priorizar uno sobre otro—, produce malestar personal y social. Y lo peor del caso es cuando se diluyen los límites de estos estadios.
¿Se siente asco por naturaleza o por educación?
Quizás provenga de la palabra disgusto. El asco es el fruto de una comprobación empírica basada en un sentido en particular: el gusto. Incluso esta comprobación darwiniana ya ha quedado atrás. Parece que el gusto es una construcción psicológica que representa un rechazo. ¿Hubiera sido más feliz haber dicho disgusto en vez de asco? Y sí, pero son expresiones diferentes. Si la cosa era provocar el objetivo entonces se cumplió con creces. Ha generado una repulsión general. Una chorrera de asquerosos, una legión se asquersoides, y me atrevo a anticipar, sin dejar de sonreír, un asquerotipo.
Me dan asco. Es un texto interesante, por lo breve y provocador. Recordemos el enunciado del pensador Polaco Zygmunt Bauman respecto a este tiempo en que vivimos y al que lo llama modernidad líquida (4), que pertenece a una sociedad de consumidores. La cosificación del objeto. Un ser que tiene precio, es elemento de valor intercambiable y tiene fecha de caducidad. Una forma de vida líquida. Como antítesis del viejo paradigma sólido. Por lo tanto un tiempo puntillista, flashes, el ahora, todo rápido, es la minuta de casi todo, o del casi. Entonces la opinión se reduce en estas tres palabras. Es para el tuiter, para el feisbuc. Texto corto, conciso. No importa el contenido, lo que importa es el formato. El llame ya. Como un latigazo, como una puteada, expeditivo. Debe ser rápido, espontáneo, visceral. Lento y extenso es cosa del abuelo, es la muerte, es quedar fuera de la mecánica sistémica. Da la sensación que todo lo que no es dicho no existe y cuando digo dicho me refiero el publicarlo de alguna forma para que todos se enteren. El poder sabe todas estas cosas. Aquellos presidentes que no se adaptaron al espíritu de época fueron derrocados por masas. El poder juega a la noticia más rápida que la noticia misma. Es como si mi vieja le contara al barrio algo que todavía no pensé.
Parece, por esto, que a nadie se le ocurre cuestionar el qué mientras que el cómo sirva a los intereses del espíritu de época, o más aún, a ciertos intereses personales.
Me dan asco. Ahora todos lo repetirán hasta la enésima potencia. Incluso los que todavía no saben el significado de la palabra asco, igual la repetirán. Lo que importa hoy en día es no quedar afuera. ¿Afuera de qué? No se sabe muy bien de qué, pero por las dudas nos quedamos adentro, adonde todos van, lo mismo que todos hacen. ¿Y el pensamiento? Bien, gracias. Esto me resuena mucho a una etapa del hombre… cuál era… ah, sí, la adolescencia. Una etapa de cambios trascendentales, en donde al menos, existen tres duelos: por el cuerpo de la niñez, por los padres y por la bisexualidad. En cada tema se juega la identidad y la integración, o sea, el ser aceptado, por eso la identificación. Esto se parece mucho a lo que está sucediendo en mi país en el marco de estas discusiones bizantinas (6).
Alquilemos la palabra. Recurramos de buena educación al alquiler para un caso especial. No es necesario tener algo que no vamos a darle un uso diario. Pero en esas ocasiones especiales conviene ser civilizado, no vamos a ir en ojotas al casamiento de mi hermana, bueno, al menos que me dé asco, ella, su novio o ambos. De una manera adecuada para esta cultura que vivimos, reglas preestablecidas si las hay, dice que es apropiado ir al evento vestido de la mejor forma, aunque tengamos que alquilar la ropa. Entonces alquilemos la palabra para el momento que corresponda.
La política de hoy día se parece más a una charla futbolera en donde las pasiones copan la parada y se desmadran las subjetividades por sobre cuestiones de las ideas capitales, la que es oficial y se encuentra en el marco de toda discusión. Es como si no se supiera discutir. Recuerdo ese estilo de charla a las del barrio. Si en medio de cualquiera de esas luchas de poder, para ganar la pulseada y comprobar quién tiene la razón, a alguien se le hubiera ocurrido la desgraciada idea de decir me das asco, seguro que se armaba la trifulca. Deviene la violencia de los puños porque se ha matado a la palabra. Al no haber nada más que decir la violencia no encuentra otro medio que manifestarse con el cuerpo. En Bizancio sucedía lo mismo.
Mi disgusto sin interjección
Ahora doy mi opinión frente a un hecho semejante: no me gusta. Me disgusta ese tipo de manifestaciones agresivas. Contemplo la diferencia como estimulante para crecer, aplaudo todas las voces, necesito la pluralidad. Pero si vamos a discutir que sea con respeto como condición primordial. Si hay diálogo hay construcción. Quizás mi pensamiento sea muy utópico (uy, otra palabra muerta) digo, tal vez, ninguna facción quiera dialogar con la otra sino solo la guerra, ganar, alcanzar la supremacía por la fuerza, por la imposición del poder. Esto también me suena a mala palabra y me trae malos recuerdos. (Ojalá fuera solo la Voluntad de poder Nietzscheano) En psicología moderna pensar es un acto, sentir también.
Acaso, compatriotas civilizados y laicos, ciudadanos con derecho a voto y democráticos, ¿no debiéramos marcar la diferencia a la hora de las oportunidades, demostrando que somos diferentes de los gobiernos de facto? Creo que debiéramos estar felices de vivir en democracia y libertad. Pero si estas palabras también están en tela de juicio, entonces, ¿Qué carancho estamos discutiendo?
El gran ausente es el qué. De tanto comosear nos olvidamos de lo importante. Hay tres formas de participar como ciudadanos (y una subyacente) en este sistema democrático representativo:
1. Votar
  1. Por el candidato y la idea que nos prepondera.
  2. Por el peor de los males.
  3. A suerte y verdad – indecisos.
2. Abtenerse. (según la ley está penado, pero se puede hacer trampa anulando el voto, por ejemplo votando a Mickey o voto cantado)
3. Voto en blanco, que no es precisamente como el punto 2. En realidad es engrosar el poder reinante.
4. Voto castigo. (subyacente de 1) Que se deriva del punto 1. (posible c) Donde admite votar a un contrario con tal de no apoyar el poder vigente.
¿A nadie se le ocurrió que esta elección cuasi mayoritaria se parece más a un voto castigo que a un cambio de principios?
Quizás el punto 1b. sea el que ha ganado y no el 1a. es decir, no se ha votado a la idea de un candidato asqueroso, sino que se ha no votado al que suponía debería ganar, no por falta de méritos, sino por castigo, para decirle algo, un comentario entre líneas. Después de todo eso es la política partidaria, un comentario entre líneas. Es probable que muchos sepan éstas ingenuas cuestiones. ¿Y por qué actúan así? ¿Para pelear? Cuando se ponen en juego los intereses particulares la guerra es inminente. Lo que mueve la historia y la sociedad es la economía. El resto es retórica (5). Es para pensar.
Dar es dar. Nadie puede vivir sin amor. Dale alegría a mi corazón. ¿Quién dijo que todo está perdido?
Creo que tenemos una memoria muy frágil para lo que nos conviene.
__________________________________________
Marcelo Meza - 2011

  1. Trivium. El trivium (del latín, trivium [tri-: 'tres (veces), triple' y vía: 'camino'], confluencia de tres caminos) se refiere al conjunto de tres de las siete artes liberales relativas a la elocuencia: gramática, retórica y dialéctica (o lógica) típicas de las que se organizaban los estudios formales en la Antigüedad y la Edad Media.
  1. Dasein. Dasein es un término que en alemán combina las palabras «ser» (sein) y «ahí» (da), significando «existencia» (por ejemplo, en la frase „Ich bin mit meinem Dasein zufrieden“ «Estoy contento con mi existencia»). Es usado por varios filósofos alemanes, como Hegel o Jaspers, pero sobre todo por el filósofo Martin Heidegger para indicar el modo de existir propio del ser humano. El sentido literal de la palabra Da-sein es 'ser-ahí'. Que mas bien sería el estar haciendo algo ahí como expresa el uso del gerundivo en latín. http://es.wikipedia.org/wiki/Dasein
  1. Respeto, dignidad y valor. Principio de Respeto

«En toda acción e intención, en todo fin y en todo medio, trata siempre a cada uno - a ti mismo y a los demás- con el respeto que le corresponde por su dignidad y valor como persona»

Todo ser humano tiene dignidad y valor inherentes, solo por su condición básica de ser humano. El valor de los seres humanos difiere del que poseen los objetos que usamos. Las cosas tienen un valor de intercambio. Son reemplazables. Los seres humanos, en cambio, tienen valor ilimitado puesto que, como sujetos dotados de identidad y capaces de elegir, son únicos e irreemplazables.
El respeto al que se refiere este principio no es la misma cosa que se significa cuando uno dice “Ciertamente yo respeto a esta persona”, o “Tienes que hacerte merecedor de mi respeto”. Estas son formas especiales de respeto, similares a la admiración. El principio de respeto supone un respeto general que se debe a todas las personas.
Dado que los seres humanos son libres, en el sentido de que son capaces de efectuar elecciones, deben ser tratados como fines, y no únicamente como meros medios. En otras palabras: los hombres no deben ser utilizados y tratados como objetos. Las cosas pueden manipularse y usarse, pero la capacidad de elegir propia de un ser humano debe ser respetada.
  1. Modernidad líquida. 1º edición inglés. 2000, Zygmun Bauman, Fondo de Cultura Económica, Bs. As. 2010.
  2. Retórica. La retórica es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética del mismo, añadida a su finalidad comunicativa.
Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario (etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego ρητορική [τέχνη], «rhetorikè (téchne)»).
La retórica se configura como un sistema de reglas y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos.

viernes, 13 de mayo de 2011

De Nobel a Nobel - Carta de Adolfo Pérez Esquivel


Escrito por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de 1980 dirigida a Barack Obama:



Estimado Barack:

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.
Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.
No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.
Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.
Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.
Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.
La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.
Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.
Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.
Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.
Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.
He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.
La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.
Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.
Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.
Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.
Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.
A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.
Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.
La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?
¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.
La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.
No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.
¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?
¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?
¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?
¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?
¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?
Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.
Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.
El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.
Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.

Buenos Aires, 5 de mayo de 2011
Un día como hoy, hace 34 años, volví a la vida; tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., y gracias a Dios sobreviví y tuve que salir
por arriba del laberinto de la desesperación,
y descubrir en las estrellas el camino para poder decir, como el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.
____________________________
Texto publicado en el Diario Perfil

Adolfo Pérez Esquivel

Biografía

sábado, 30 de abril de 2011

¡Adiós Don Ernesto! (1911 -2011)


¡Adiós Don Ernesto Sabato!

Lo conocí al revés. Buceando por El Túnel y su aparente mirada oscura llegó a conmoverme, porque lo conocí al revés, cuando ya había escrito uno de sus últimas obras, me refiero a Antes del fin, en donde es fácil corroborar su delicada naturaleza emocional, su fragilidad ante los vínculos y su mirada optimista en medio de las tinieblas. Lo conocí al revés porque lo vi de abuelito una noche cuando salíamos de cantar con la Propaladora del centro cultural San Martín y él estaba ahí cerquita, en el Politeama. Muy abuelito, solo se desplazaba con ayuda de una mujer. Mis compañeros lo saludaron con apretones de manos y besos, yo no pude, demasiado grande para mí, lo vi de lejos como los niños observan al juguete inalcanzable. Era mejor así, no podía tocarlo, no solo era el hombre y ese abuelito tan sin espadas y escudos sino que era él, el gran Abaddón, el hombre que había viajado por las ideologías en busca de su nave principal, desde donde podría enfrentar la realidad de los hombres, el destino de un país sangrante de injusticias. Así fue como hice un breve contacto con ese gran escritor y científico, luchador de los derechos humanos y principalmente un vanguardista, un visionario olvidado. Su escueta obra nos acerca a su mundo infinito, imposible de definir, igual que tantos otros escritores argentinos que no por breve bibliografía se los considera menores.

Mi canto de dolor se eleva para el Gran Don Ernesto, quién me ha enseñado a mirar diferente, más allá de los ojos mediocres y las cabezas chatas que se ofrecen a diario al mejor postor.

_____________________________

Marcelo Meza - 30 de abril de 2011


Noticia - Página 12

El autor de "El Túnel" y "Sobre héroes y tumbas“ falleció en su casa de Santos Lugares a causa de una bronquitis. Sabato fue el director de la Conadep, el organismo que por primera vez puso al descubierto los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Argentina durante la dictadura. En 1984 recibió el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón para la literatura de habla hispana.

El escritor murió a los 99 años en su casa de la localidad bonaerense de Santos Lugares, confirmó su compañera Elvira González Fraga. "Hace como quince días tuvo una bronquitis y a la edad de él esto es terrible", explicó la mujer. Los restos de Sabato serán velados a partir de las 17 en el club Defensores de Santos Lugares, situado en la calle Severino Langeri 3162.

Sabato nació el 24 de junio de 1911 en la ciudad bonaerense de Rojas y fue novelista, ensayista, físico y pintor aficionado. El escritor iba a ser homenajeado mañana en la Feria del Libro por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires ya que este año iba a ser su cumpleaños número 100.

Por solicitud del entonces presidente Raúl Alfonsín presidió entre 1983 y 1984 la CONADEP (Comisión Nacional contra la Desaparición de Personas), cuya investigación, plasmada en el libro Nunca Más, abrió las puertas para el juicio a las juntas militares de la dictadura militar en 1985.

En 1984 recibió el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana, por lo cual fue el segundo escritor argentino en recibir este premio, luego de Jorge Luis Borges en 1979.

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-167346-2011-04-30.html